PARTIDA DE AJEDREZ
Medito los movimientos que hice
en la partida de ajedrez,
hasta que termina el sueño.
Mi jugada destruye tu caballo,
y en su ausencia disperso alfil y torre
que no mueren sobre el tablero.
Se adueña tu reina de los peones abandonados.
Y el juego queda despedazado
a plena luz.
Herido en el combate me levanto
como un barco a flote:
nadie me apunta.
Con la distancia de tu triunfo
comienzo a caminar.
Y es cuando tú encuentras la dificultad
para seguirme.
Del libro “Oculta razón” del poeta
motrileño Manuel Carrasco Mercado
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